Sin Fronteras Desde Chicago

Al mexicano Al mestizo inconfundible Él lo lleva de la mano. El azteca, el artesano, el constructor mexicano. Yo soy de la tierra aquella de la linda arquitectura. Donde al poner nuestras manos todo se hace hermosura. Lugar que el águila escogió para que de él aprendieras. Porque si sabes volar, para ella no hay fronteras. Ese charro mexicano donde has visto tanta suerte. Todas fueron cosas lindas y ese pasó de la muerte. Las mujeres son muy nuestras, orgullo de la nación, pues ellas por su familia entregan su corazón. Nuestras manos lo demuestran, aprendemos lo que amamos. Y si no ponlo a prueba, somos puros mexicanos. Ser mexicano es muy lindo, lucir un color dorado. Un regalo que mi Dios a nosotros ha brindado. Ostentar ese color a veces es algo duro, pero no hay que dejar que eso afecte tu futuro. Los libros están escritos para todos los colores. Y debemos de agarrarlos, serán menos sinsabores. El mexicano y mestizo es hombre incansable y fuerte trabajador y decente que sabe jugar su suerte. Comprueba su inteligencia en todo lo que tú quieras. Es hombre que ama la ciencia, para él no existen fronteras. Si miras la agricultura en este inmenso granero con las manos de mi hermano es que se asen de dinero. El arte en el mexicano es herencia natural lo vimos en Diego Ribera enfrente de ese mural. Nuestras civilizaciones pasadas todas son dignas de ver, por eso es que todo el mundo aquí se viene a aprender. Pues cuando van a su tierra se van dizque a diseñar pero lo vienen a aprender a nuestro hermoso hogar. Dalia flor descubierta por los mexicanos Adorno de territorio mexicano